¿Qué son los flujos de trabajo agénticos de IA? Guía definitiva

¿Qué son los flujos de trabajo agénticos de IA?
17 de abril de 2025
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Escrito por
Huseyn
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Flujos de trabajo de IA agenética. Sistemas autónomos. Automatización inteligente. Estos términos están configurando el futuro del funcionamiento de las empresas. Pero, ¿qué significan realmente y cómo afectan a los flujos de trabajo en la práctica?

A medida que la inteligencia artificial sigue evolucionando, trae consigo un torbellino de terminología, promesas ambiciosas y distintos niveles de comprensión. En esta guía, pretendemos desmitificar el concepto de flujos de trabajo de IA agéntica, un enfoque transformador que permite a los agentes de IA gestionar, adaptar y ejecutar tareas de forma autónoma dentro de procesos estructurados.

Los agentes de IA por sí solos no son intrínsecamente potentes; necesitan contexto, objetivos y marcos para ofrecer resultados significativos. Aquí es donde entran en juego los flujos de trabajo. Al proporcionar una estructura y un propósito, los flujos de trabajo de los agentes de IA les permiten analizar datos, tomar decisiones y actuar de forma independiente, al tiempo que aprenden y mejoran continuamente.

Comprender los flujos de trabajo de IA agéntica es clave para liberar su potencial. En esta guía definitiva, exploraremos sus componentes básicos, definiremos qué hace que un flujo de trabajo sea agéntico, examinaremos patrones recurrentes, destacaremos aplicaciones del mundo real y proporcionaremos una evaluación honesta de sus ventajas y desafíos. Entremos de lleno.

¿Qué son los flujos de trabajo agénticos de IA?

Los flujos de trabajo de los agentes de IA son procesos estructurados que permiten a los agentes de IA realizar tareas de forma autónoma, con una intervención humana mínima. Estos flujos de trabajo combinan las capacidades de los agentes de IA -como la percepción, el razonamiento y la toma de decisiones- con reglas y marcos predefinidos para alcanzar objetivos específicos de forma eficiente.

Los agentes de IA desempeñan un papel fundamental en estos flujos de trabajo. Son sistemas inteligentes equipados con herramientas para interactuar con su entorno, memoria para aprender de experiencias pasadas y algoritmos para tomar decisiones informadas. Al integrar estos componentes en un flujo de trabajo, las empresas pueden automatizar tareas complejas al tiempo que garantizan la adaptabilidad y la mejora continua.

Para entender mejor cómo funcionan los flujos de trabajo de los agentes de IA, es esencial explorar los elementos básicos de estos agentes y cómo contribuyen a crear estos procesos dinámicos.

Componentes de los flujos de trabajo agénticos de IA

Los flujos de trabajo de los agentes de IA se basan en varios componentes interconectados que les permiten funcionar de forma autónoma y eficaz. Estos componentes garantizan que los agentes puedan percibir su entorno, tomar decisiones, ejecutar acciones y aprender de experiencias pasadas para mejorar con el tiempo.

El razonamiento: El motor de la toma de decisiones

El razonamiento es fundamental para la funcionalidad de los agentes de IA dentro de los flujos de trabajo agénticos. Permite a los agentes evaluar la información, dividir tareas complejas en pasos manejables y ajustar su enfoque en función de los resultados. Este proceso iterativo implica dos aspectos clave:

  • Planificación: Los agentes utilizan la planificación para descomponer las tareas en pasos más pequeños y procesables. Por ejemplo, un agente encargado de organizar un sistema de atención al cliente puede dividir el proceso en subtareas como categorizar las consultas, asignar prioridades y dirigirlas al equipo adecuado.
  • Reflexión: La reflexión permite a los agentes evaluar la eficacia de sus acciones y perfeccionar sus estrategias. Analizando los resultados del pasado, los agentes pueden identificar errores o ineficiencias y adaptar su enfoque para futuras tareas.

Herramientas: Ampliación de capacidades

Los agentes de IA necesitan a menudo herramientas externas para interactuar con su entorno y completar las tareas con eficacia. Estas herramientas proporcionan acceso a datos en tiempo real, realizan funciones específicas o se integran con otros sistemas. Algunos ejemplos habituales son:

  • API: Para recuperar datos de fuentes externas o desencadenar acciones específicas.
  • Motores de búsqueda: Para recopilar información actualizada.
  • Bases de datos: Para almacenar y gestionar datos estructurados.

La selección de herramientas puede ser predefinida por los usuarios o elegida dinámicamente por el agente en función de los requisitos de la tarea. Esta flexibilidad permite gestionar con eficacia tanto flujos de trabajo sencillos como complejos.

La memoria: Aprender de la experiencia

La memoria es un componente crítico que permite a los agentes de IA retener el contexto y aprender de interacciones pasadas. Garantiza la continuidad entre tareas y permite a los agentes mejorar con el tiempo. Los sistemas de memoria suelen clasificarse en:

  • Memoria a corto plazo: Almacena el contexto inmediato, como el historial de conversaciones o las acciones recientes, lo que permite dar respuestas coherentes en una sola sesión.
  • Memoria a largo plazo: Conserva la información en varias sesiones, lo que permite personalizar y mejorar la toma de decisiones a lo largo del tiempo.

Por ejemplo, un agente de atención al cliente potenciado por IA puede recordar interacciones anteriores con un usuario y adaptar sus respuestas en función de conversaciones previas.

¿Qué hace que un flujo de trabajo sea ágil?

Un flujo de trabajo se convierte en agéntico cuando los agentes de IA guían y moldean activamente la progresión de las tareas. A diferencia de los flujos de trabajo tradicionales o los sistemas de IA estáticos, los flujos de trabajo agénticos combinan procesos estructurados con la inteligencia y adaptabilidad de los agentes de IA, creando un sistema dinámico que puede responder a condiciones cambiantes en tiempo real. Estos flujos de trabajo se definen por su capacidad para:

1. Planificar las tareas de forma inteligente

Los flujos de trabajo agenéticos comienzan con la planificación. Los agentes de IA analizan tareas complejas y las dividen en pasos más pequeños y manejables, un proceso conocido como descomposición de tareas. Por ejemplo, un agente encargado de resolver una consulta de un cliente puede dividir el flujo de trabajo en subtareas como analizar la consulta, recuperar datos relevantes y generar una respuesta. Este enfoque garantiza que las tareas se gestionen de forma sistemática y eficaz.

2. Ejecutar acciones utilizando herramientas

Los agentes de IA en flujos de trabajo agénticos utilizan herramientas predefinidas para realizar tareas. Estas herramientas pueden incluir API para recuperar datos, bases de datos para almacenar información o plataformas de automatización para ejecutar acciones específicas. Por ejemplo, un agente que gestione una solicitud de TI podría utilizar una API de permisos para verificar los derechos de acceso antes de iniciar la instalación de un software. La capacidad de seleccionar y utilizar herramientas de forma dinámica es clave para la flexibilidad de los flujos de trabajo de los agentes.

3. Reflexionar y adaptarse

La reflexión es una característica crítica de los flujos de trabajo de los agentes. Los agentes de IA evalúan los resultados de sus acciones en cada paso, identifican áreas de mejora y ajustan su enfoque según sea necesario. Por ejemplo, si un agente que gestiona las consultas de los clientes observa problemas recurrentes con determinadas respuestas, puede perfeccionar sus métodos o derivar las consultas complejas a un miembro del equipo humano. Este bucle iterativo de retroalimentación garantiza la mejora continua.

Patrones en los flujos de trabajo de los agentes de IA

Los flujos de trabajo agenéticos se basan en patrones específicos de comportamiento que permiten a los agentes de IA alcanzar sus objetivos con eficacia. Estos patrones definen el modo en que los agentes planifican, ejecutan tareas y se adaptan en función de la información recibida, lo que garantiza la flexibilidad y la mejora continua. Exploremos los tres patrones clave que sustentan los flujos de trabajo agénticos.

Patrón de planificación

El patrón de planificación permite a los agentes de IA dividir tareas complejas en subtareas más pequeñas y manejables, un proceso denominado descomposición de tareas. Este enfoque ayuda a los agentes a enfrentarse a los retos de forma sistemática, reduciendo la carga cognitiva y mejorando la precisión. Por ejemplo:

  • Un agente de IA encargado de depurar software podría dividir el proceso en pasos como la lectura del informe de error, la identificación de secciones de código relevantes, la generación de soluciones potenciales y la selección de una estrategia de depuración.
  • Si el intento inicial fracasa, el agente puede analizar los mensajes de error y afinar su enfoque.

La planificación es especialmente eficaz para tareas en las que el camino hacia el objetivo final no está claro o requiere adaptabilidad. Sin embargo, puede dar lugar a resultados menos predecibles que los flujos de trabajo con estructuras rígidas. Por lo tanto, los patrones de planificación son más adecuados para tareas de resolución de problemas que exigen flexibilidad.

Patrón de uso de herramientas

Los agentes de IA necesitan a menudo herramientas externas para interactuar con su entorno y completar tareas. El patrón de uso de herramientas permite a los agentes acceder a recursos como API, bases de datos o navegadores web para recuperar datos, realizar acciones o resolver problemas en tiempo real. Por ejemplo:

  • Un agente que atiende consultas de clientes puede utilizar una API para comprobar el estado de un pedido o recuperar información relevante de una base de datos.
  • En un escenario en el que un agente tiene la tarea de encontrar hoteles en Barcelona, podría elegir entre realizar una búsqueda en la web o consultar una base de datos de viajes.

Este patrón amplía las capacidades de los agentes de IA más allá de su base de conocimientos preformada, permitiéndoles seleccionar dinámicamente herramientas en función de los requisitos de la tarea. Garantiza que los flujos de trabajo sigan teniendo una base contextual y sean precisos.

Patrón de reflexión

El patrón de reflexión introduce un mecanismo de autorretroalimentación en el que los agentes evalúan sus resultados o decisiones de forma iterativa antes de finalizar una respuesta o emprender nuevas acciones. Este proceso permite a los agentes perfeccionar su enfoque, corregir errores y mejorar los resultados futuros. Por ejemplo:

  • Un agente de IA que escriba código podría generar un fragmento inicial, probarlo en un entorno de ejecución y utilizar la retroalimentación de errores para perfeccionar el código hasta que funcione correctamente.
  • La reflexión también puede implicar la crítica de los resultados en cuanto a estilo o eficacia, y la incorporación de estos conocimientos en iteraciones posteriores.

La reflexión es especialmente útil para tareas en las que el éxito es improbable al primer intento. Fomenta la mejora continua al permitir a los agentes aprender de sus errores y adaptarse dinámicamente.

¿Por qué son importantes estas pautas?

Estos patrones -planificación, uso de herramientas y reflexión- son esenciales para crear flujos de trabajo flexibles y adaptables. Permiten a los agentes de IA gestionar tareas complejas con precisión y mejorar continuamente su rendimiento. Al comprender estos patrones, las empresas pueden diseñar flujos de trabajo que maximicen el potencial de los agentes de IA en aplicaciones del mundo real.

Flujos de trabajo de inteligencia artificial: Casos prácticos y ejemplos

Los flujos de trabajo con inteligencia artificial están cambiando el funcionamiento de las empresas al automatizar tareas complejas y permitir una toma de decisiones más inteligente. Estos flujos de trabajo se están aplicando en diversos sectores de forma impactante. En el servicio de atención al cliente, los flujos de trabajo de inteligencia artificial están transformando los procesos de asistencia al automatizar tareas rutinarias y ofrecer ayuda personalizada. Los agentes de IA pueden gestionar consultas habituales, como comprobar el estado de un pedido o responder a las preguntas más frecuentes, sin necesidad de intervención humana.

Para consultas más complejas, el sistema transfiere el caso sin problemas a un agente humano, proporcionando todo el contexto pertinente para garantizar una gestión sin problemas. Este enfoque no solo acelera los tiempos de respuesta, sino que también permite a los agentes humanos centrarse en resolver problemas difíciles, lo que en última instancia mejora la satisfacción del cliente.

TI

En las operaciones de TI, los flujos de trabajo agénticos están demostrando ser muy valiosos para la gestión de incidencias al detectar y resolver problemas de forma autónoma. Por ejemplo, los agentes de IA pueden supervisar los sistemas en busca de anomalías, diagnosticar las causas y aplicar correcciones automáticamente. Un flujo de trabajo proactivo podría identificar un servidor con poca memoria, asignar recursos adicionales y evitar un posible fallo, todo ello sin intervención humana. Estos flujos de trabajo ayudan a minimizar el tiempo de inactividad y a mejorar la eficiencia, al tiempo que liberan a los equipos de TI para que puedan centrarse en iniciativas estratégicas.

Recursos humanos

Los departamentos de recursos humanos también se están beneficiando de los flujos de trabajo agénticos mediante la automatización de tareas repetitivas como la selección de currículos para adecuar los candidatos a los requisitos del puesto, la programación de entrevistas en función de la disponibilidad y la gestión de los procesos de incorporación de nuevos empleados. Al automatizar estas tareas, los equipos de RRHH pueden dedicar más tiempo al desarrollo del talento y al compromiso de los empleados.

Ciberseguridad

La ciberseguridad es otro ámbito en el que los flujos de trabajo agénticos impulsados por IA están teniendo un impacto significativo. Estos flujos de trabajo mejoran la detección de amenazas identificando y respondiendo a los riesgos en tiempo real. Los agentes de IA supervisan el tráfico de red en busca de patrones o anomalías inusuales y aíslan los sistemas comprometidos cuando detectan una amenaza. Este enfoque proactivo ayuda a las organizaciones a adelantarse a las ciberamenazas en evolución, al tiempo que reduce la necesidad de supervisión humana constante.

Gestión de la cadena de suministro

En la gestión de la cadena de suministro, los flujos de trabajo agénticos optimizan procesos como la gestión de inventarios y la previsión de la demanda. Los agentes de IA analizan los datos de ventas para predecir las necesidades de inventario e identificar proveedores o rutas alternativos durante interrupciones como catástrofes naturales. Estos flujos de trabajo mejoran la eficiencia y la resistencia de las operaciones de la cadena de suministro.

Sanidad

La sanidad también está experimentando avances a través de flujos de trabajo agénticos que mejoran la atención al paciente con seguimiento en tiempo real y recomendaciones personalizadas. Por ejemplo, los agentes de IA pueden analizar los datos de dispositivos portátiles para detectar signos precoces de problemas de salud o programar citas de seguimiento en caso de urgencia. Estas aplicaciones mejoran los resultados de los pacientes al tiempo que reducen la carga de trabajo del personal médico.

Ventajas de los flujos de trabajo con inteligencia artificial

Los flujos de trabajo con inteligencia artificial aportan beneficios transformadores a las empresas mediante la automatización de tareas complejas, la mejora de la toma de decisiones y el fomento de la adaptabilidad. Estos flujos de trabajo están diseñados para aumentar la eficiencia operativa, reducir costes y apoyar la mejora continua en diversos sectores.

Aumentar la productividad

Los flujos de trabajo con inteligencia artificial aumentan significativamente la productividad al dividir las tareas en componentes más pequeños y manejables y automatizar los procesos repetitivos. Esto permite a los equipos completar el trabajo más rápidamente, liberando a los empleados para que se centren en iniciativas estratégicas que impulsen el crecimiento del negocio. Por ejemplo, los agentes de IA pueden gestionar tareas rutinarias como la introducción de datos o las actualizaciones del sistema informático con rapidez y precisión, garantizando flujos de trabajo más fluidos y resultados más rápidos.

Toma de decisiones autónoma

Los flujos de trabajo agenéticos permiten a los sistemas de IA tomar decisiones independientes analizando datos en tiempo real y respondiendo a condiciones dinámicas sin intervención humana. Esta capacidad permite a las organizaciones actuar con rapidez en situaciones como la fluctuación de la demanda o interrupciones inesperadas, garantizando la agilidad y la capacidad de respuesta en entornos de ritmo rápido.

Apoyo a la escalabilidad

La escalabilidad es una característica distintiva de los flujos de trabajo agénticos. A medida que las empresas crecen y las operaciones se hacen más complejas, estos flujos de trabajo se adaptan sin problemas para gestionar mayores cargas de trabajo sin comprometer el rendimiento. Tanto si atienden a diez clientes como a diez mil, los sistemas agénticos garantizan una prestación de servicios coherente al tiempo que incorporan dinámicamente nuevas tecnologías para satisfacer las cambiantes demandas operativas.

Mejorar la experiencia del usuario

Los flujos de trabajo agenéticos mejoran la experiencia del usuario al ofrecer interacciones personalizadas y en tiempo real tanto a clientes como a empleados. Los agentes de IA aprenden de cada interacción, perfeccionando sus respuestas con el tiempo para ofrecer soluciones más pertinentes y útiles. Esta adaptabilidad aumenta la satisfacción del cliente, reduce las tasas de abandono y fomenta el compromiso a largo plazo.

Impulsar la mejora continua

La mejora continua está integrada en el diseño de los flujos de trabajo de los agentes. Mediante circuitos de retroalimentación y análisis del rendimiento, los agentes de IA aprenden de los resultados y perfeccionan sus procesos para obtener mejores resultados en el futuro. Esta optimización continua garantiza que los flujos de trabajo sigan siendo eficientes y eficaces a medida que cambian las condiciones.

Reducir costes

La reducción de costes es otra de las grandes ventajas de los flujos de trabajo agénticos. Al automatizar las tareas que requieren mucho trabajo y minimizar los errores humanos, las empresas pueden asignar los recursos de forma más eficaz y reducir los residuos. Esto no solo contribuye a una cuenta de resultados más saneada, sino que también libera capital para invertir en iniciativas que impulsen el crecimiento.

Limitaciones de los flujos de trabajo con IA agéntica

Aunque los flujos de trabajo basados en IA ofrecen ventajas significativas, también conllevan una serie de retos y limitaciones que las empresas deben abordar para implantarlos con éxito.

  • Una de las principales limitaciones es su dependencia de datos de alta calidad. La eficacia de los sistemas de IA depende de los datos con los que se entrenan. Si los datos de entrada son defectuosos, incompletos o sesgados, los flujos de trabajo pueden producir resultados inexactos o inesperados. Garantizar la precisión y la diversidad de los datos es esencial para evitar estos escollos y mantener unos resultados fiables.
  • Otro reto es la complejidad de integrar los flujos de trabajo agénticos con los sistemas existentes. Muchas organizaciones siguen dependiendo de sistemas heredados que no fueron diseñados para interactuar con las modernas tecnologías de IA. La integración de estos flujos de trabajo suele requerir mucho tiempo, experiencia y recursos financieros. Se necesita personal cualificado para garantizar una integración fluida y un funcionamiento continuo, lo que puede suponer un obstáculo para las empresas que carecen de conocimientos técnicos.
  • Los flujos de trabajo robóticos también se enfrentan a limitaciones en sus capacidades de razonamiento. Aunque estos sistemas pueden realizar muchas tareas de forma autónoma, pueden tener dificultades con tareas que requieren una toma de decisiones matizada o un juicio ético. En estos casos, es necesaria la intervención humana para garantizar la fiabilidad y la precisión.
  • El tratamiento de datos no estructurados o sensibles plantea retos adicionales. Los flujos de trabajo agenéticos destacan cuando trabajan con datos estructurados, pero a menudo requieren un procesamiento adicional para manejar formatos no estructurados, como entradas de texto libre o contenido multimedia. Además, el tratamiento de datos sensibles exige medidas de seguridad sólidas para evitar infracciones y garantizar el cumplimiento de la normativa sobre privacidad.
  • También pueden surgir problemas de compatibilidad con los sistemas tradicionales de IA. Aunque los flujos de trabajo agénticos ofrecen funciones avanzadas, puede resultar difícil garantizar una comunicación fluida entre los sistemas nuevos y los existentes. Esta falta de compatibilidad puede provocar ineficiencias o interrupciones en las operaciones si no se gestiona con cuidado.

A pesar de estas limitaciones, las empresas pueden mitigar muchos de estos retos invirtiendo en una gobernanza de datos sólida, equipos cualificados y prácticas de integración seguras. Al abordar estos obstáculos de forma proactiva, las organizaciones pueden liberar todo el potencial de los flujos de trabajo de inteligencia artificial y minimizar los riesgos.

Los agentes de IA están aquí para ayudar

Los flujos de trabajo con agentes de IA representan un importante paso adelante en la forma en que las empresas pueden automatizar tareas, tomar decisiones más inteligentes y adaptarse a entornos cambiantes. Al combinar la potencia de los agentes de IA con procesos estructurados, estos flujos de trabajo permiten a las organizaciones mejorar la productividad, reducir costes y ofrecer mejores experiencias tanto a clientes como a empleados.

Sin embargo, como ocurre con cualquier tecnología, es esencial abordar los flujos de trabajo de los agentes con un claro conocimiento de sus limitaciones. Los datos de alta calidad, los equipos de implementación cualificados y las medidas de seguridad sólidas son fundamentales para garantizar el éxito. Aunque pueden surgir retos como la complejidad de la integración o la gestión de datos no estructurados, la planificación y la inversión proactivas pueden ayudar a superar estos obstáculos.

A medida que las empresas siguen evolucionando en un mercado cada vez más dinámico, los flujos de trabajo agénticos ofrecen una forma de mantener la competitividad automatizando las tareas repetitivas y fomentando la mejora continua. Tanto si busca agilizar el servicio de atención al cliente como optimizar las operaciones de TI o mejorar los procesos de toma de decisiones, estos flujos de trabajo le proporcionan las herramientas necesarias para alcanzar sus objetivos con eficacia.

Si adoptan los flujos de trabajo con inteligencia artificial de forma meditada y estratégica, las organizaciones pueden liberar todo su potencial y crear sistemas que no sólo sean eficientes, sino también adaptables y preparados para el futuro.

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